«La empatía es la medicina que necesita el mundo».
¡Buenos días multicubano!
Por lo general solemos asociar la empatía con ponernos en el lugar de la otra persona, identificarnos con él/ella y compartir sus sentimientos… hasta ahí estamos bien.
Sin embargo, cuando alguien aparentemente entiende, comprende y se solidariza para luego decir «Pero yo en su lugar hubiera hecho tal cosa», entonces no está siendo empático, sino todo lo contrario.
La empatía es una de las cualidades más necesarias en las relaciones interpersonales. De hecho, es considerada una de las 10 habilidades esenciales para la vida según la propia Organización Mundial de la Salud.
Tanto las experiencias negativas vinculadas al dolor, la tristeza, la nostlagia, la ansiedad (y etcétera) como las que nos llenan de alegría, se viven y manejan mejor cuando las compartimos.
Sentirnos escuchados (aunque el otro piense o actúe distinto a nosotros) , apoyados y sobre todo no juzgados es una inyección de alivio y aunque hay quienes tienen tales habilidades más o menos desarrolladas que otros, es algo que se puede trabajar/ejercitar.
Expertos señalan que en cuanto el niño es capaz de prestar un poco de atención, hay que enseñarles el mundo que nos rodea, para que no viva en su única realidad y perciba otras diferentes a las suyas.
No obstante, nunca es tarde para mejorar qué tan empáticos somos y entrenar la capacidad de escuchar al otro. Pues la empatía es una característica que podemos ir enriqueciendo y potenciando a diario y que todos podemos desarrollar.
Ayuda mucho una buena comunicación verbal y extraverbal, ser flexibles y abiertos y mantener una emocional adecuada.
Debemos entendernos y entender a otros con la filosofía de ver la vida como una fábula, de esas que se les cuentan a los niños y donde siempre de cada situación, conflicto o adversidad, nos llevamos una lección.
Es por eso, que ser empático no es lo que tu harías en su lugar. Es ponerse en ese lugar en sus circunstancias, con sus limitaciones, con su experiencia, su visión del mundo y sus valores.
Incluso hay momentos en los que implica dar espacio, porque por más empáticos que seamos, nunca vamos a sentirnos exactamente como la otra persona. Hay quienes reaccionarán con una actitud defensiva, con un «tú no me vas a entender» «yo estoy solo/a» y en esos casos no hay por qué iniciar un debate.
Hoy, antes de cerrar quiero recordarte que si en algún momento te sientes incomprendido, te cierras a soltar lo que te carga y agobia con tu círculo cercano o simplemente no sabes cómo liberar dicha carga, en Multicuba ponemos a tu disposición consultas de apoyo emocional.
Desde la comodidad de tu casa, al alcance de un dispositivo móvil y de forma gratuita, recibe orientación por parte de nuestra Psicóloga la Dra. Liz Cabañas.
Y es que la psicología en sí misma es una ciencia empática que busca definir y comprender las situaciones vividas por otras personas, analizando quiénes participan en un conflicto, cómo se interpreta y cómo debería resolverse según la perspectiva de las personas implicadas.
Para cerrar, déjame saber en los comentarios si te consideras una persona empática y si te gustaría una segunda parte de este artículo abordando el tema con más profundidad junto con recomendaciones de nuestra especialista. ¡Los leo!
3 Comentarios al Artículo:
La verdadera empatía
Adoré este artículo lo comparto en mis redes
Por un mundo lleno de personas empáticas, en espera de una segunda parte
ame este articulo
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