¡Hola multicubano!

Cuando era muy pequeña no podía tocar la arena sin ponerme a gritar. ¿Qué me dolía?, ¿y por qué me molestaba que se me quedara pegada entre los dedos?, no tengo idea. Pero todavía me acuerdo como si fuera ayer. Siempre iba cargada hasta el mar y para no sentarme en la arena mi mamá llevaba un catre, de esos en que los niños duermen mediodía cuando están preescolar.

Eso sí, cuando tocaba playa amanecía con mi salvavidas puesto porque la arena era un terror, pero toda una vida me ha encantado estar en el mar. Y fíjate si la vida es paradójica que ahora que llevo 12 años viviendo fuera de Cuba, todavía guardo la esperanza de encontrar una playa que me guste tanto como la de Varadero.

Los cubanos en el verano tenemos una especie de tradición; se trata de alquilar una guagua o un camión -sobre todo si es una familia numerosa como la mía: «los muchos»- y si no, nos sumamos a una excursión, pero ese día entero en la playa es algo que todos experimentamos en algún momento.

¿Y cómo no hacerlo? Si cuando estamos de vacaciones o de relax ahí, el día parece que pasa mucho más despacio, se siente una vibra increíble, al punto que te olvidas de todas tus preocupaciones y las actividades cotidianas parecen quedar en pausa.

Y no lo digo yo, dice la ciencia que ir a la playa mejora el ánimo y relaja los músculos, en otras palabras: es terapia. El agua de mar contiene grandes cantidades de sales, minerales y oligoelementos (sustancias químicas que ayudan al buen funcionamiento del organismo) que poseen efectos curativos.

Cuando el cuerpo entra en contacto con el agua salada, en la superficie cutánea se produce una renovación interna. Con los baños de mar se mejoran las afecciones respiratorias, cardíacas, musculares, dermatológicas, reumáticas, entre otras.

La playa es paz, sobre todo durante la salida o caída del sol, uno de los mejores y más espectaculares momentos para fotografiar. Ha sido y es la inspiración de artistas, pintores, fotógrafos, y cómo no serlo si es una de esas pequeñas maravillas naturales que nos ofrece la vida.