¡Hola, hola y buenos días!
Si eres parte de nuestra familia multicubana seguro sabes de qué hablo cuando menciono la palabra almendrón. En caso de que no sea así, te explico que hablamos de uno de los medios de transporte por excelencia en la isla.
Ruedan por las calles de la capital desde la década del 50 del siglo pasado, exactamente durante la etapa de mandato de Fulgencio Batista, quien tenía relaciones y negocios de todo tipo con Estados Unidos.
Resulta que al final de la Segunda Guerra Mundial, miles de tanques y armas de guerra fueron dejados en almacenes y estacionamientos del ejército norteamericano junto con toneladas de acero, y entonces ¿qué hacer con todo eso? Pues digamos que fue un buen momento para reciclar.
Toda la chatarra bélica comenzó a usarse para la construcción de automóviles y para los estadounidenses, que disfrutaban de un auge económico sin precedentes en aquel momento, la propiedad de un automóvil de este tipo se estableció como uno de los principales referentes de prosperidad y estatus.
Los nuevos coches poseían gran tamaño, elegancia y potencia, por lo que esa industria automovilística, que había paralizado su producción civil desde 1942 para dedicarse a la fabricación de armamento, retornó con nuevos bríos cuatro años después.
Es entonces que llegan a La Habana para probar y promocionar los coches que luego serían comercializados en y desde los Estados Unidos. Así entraron estos famosos carros, destacándose preciosos modelos de Chevrolet, Pontiac, Buick, Cadillac, Chrysler, Ford o Dodge, que por uso y longevidad están más que nacionalizados en la isla.
El resultado, quizás sin esperarlo, es que a 70 años después los almendrones dan lugar a uno de los íconos de Cuba. Los hay sobreexplotados, maltratados y descuidados, como también los hay de colección, conservados fieles a los originales, por pura pasión patrimonial o con colores vivos, carrocerías brillantes y casi como nuevos, que por lo general se dedican a la renta.
Los almendrones sirven como taxis urbanos y dan paseo a muchos de los recién casados, a las quinceañeras y a los turistas. Tienen mecánicos y choferes detrás que bien podrían ser magos por lograr que estos autos tantos años después aún sigan rodando por las calles.
Para cubanos/as y para habaneros/as fundamentalmente, resulta imprescindible en muchísimas ocasiones. El día que falten la ciudad se verá distinta, y probablemente se les extrañe.
En lo personal, este tipo de autos me trae muchísimos recuerdos que incluyen tanto mi niñez como cada visita que hago a la isla. Desde aquel tour que di por el malecón con mi traje de los 15, hasta el vehículo que nos recogía cuando virábamos de las fiestas.
Y tú multicubano ¿de qué te acuerdas cuando escuchas la palabra almendrón? Compárteme una anécdota en los comentarios.
8 Comentarios al Artículo:
El almendrón
También tuve mi paseo de 15 por Varadero en un almendrón😅🥰
😍😍 bella experiencia seguramente ❤️
Bueno me acuerdo del Cárdenas-Colón y los inventos que le hacen para meter donde caben 5,unos 10 pasajeros 🤪🤪🇨🇺
Esos chóferes y/o mecánicos llegan a ser magos 😂❤️
Mi vecino David con su Pontiac negro q era la ambulancia del barrio jj
Todo tipo de usos les hemos dado, eso sí ❤️
Los almendrones son los mejores carros del mundo q nadie lo dude, en esa etapa no existía obsolescencia programada
Ahí namá’ 😎❤️
Dejar mi comentario