¡Hola multicubano!

¿Algún cafetero/a por aquí? Si la respuesta fue un sí, entonces sigue leyendo pues el artículo de hoy te puede interesar. Vamos a hablar de tradición y a ponerle a esta mañana de lunes sabor a café.

Debo confesarles que nunca he sido fan de tomarlo, ¡lo sé! soy una cubana probablemente atípica porque dicen por ahí que una tacita de café no se rechaza. En la oficina, por ejemplo, nada más se siente el aroma de una colada, todos salen a pedir un poco sin importar la hora del día.

En mi caso, solamente el que hace mi abuela a las tres de la tarde significa una religión para mí. No importa si se trata de Regil, Cubita, Serrano, La llave u Hola, ella sabe encontrarle el punto que a mi me gusta. A lo mejor me cansé de beberlo porque de niña siempre que llegaba a su casa pedía mi vasito de café con pan y te puede parecer súper raro, ¡pero como me gustaba!

Lo que no tiene discusión es que el café es una de las bebidas más famosas del mundo. De hecho es la segunda más consumida, pero en Cuba sobre todo, tiene un significado único y ocupa la excusa perfecta para brindar a la visita, a los amigos y hasta al extraño, también para hacer un receso en el trabajo, abrir las mañanas o simplemente el ¿y si hacemos una coladita?

Dicen que ninguno se parece al nuestro, que el café cubano es fuerte y su sabor es profundo por la naturalidad de sus ingredientes y la manera de prepararlo. Incluso, una de las formas más utilizadas, principalmente en el campo, era con el colador de café, de ahí la expresión “café colado”.

Se trata de una especie de embudo hecho de tela al cual se le añadía la mezcla de agua y azúcar hirviendo y se obtenía un café de muy buen gusto. Actualmente se suele usar la cafetera italiana de 1933, la cual revolucionó la forma de hacerlo y se quedó como utensilio característico de cada casa, listo para usar en cualquier momento.

En ella se cuela el café mediante la mezcla de agua hirviendo de la cafetera y posteriormente se le agrega el azúcar al gusto, aunque hay quien lo prefiere sin endulzar. El café cubano es cien por ciento natural, no es espumoso como el expreso, no se le añade leche como el cortado y se disfruta mucho más concentrado que el famoso café americano.

Aunque esta sencilla forma de preparar y tomar el café sigue siendo la más común en los hogares cubanos, ahora los restaurantes y cafeterías tienen por lo general una carta más variada para los tipos de café. Te dejaré algunos de los más gustosos para que te pongas creativo y pruebes hacerlos en casa.

• Café cortadito: Lleva mitad de café y mitad de leche evaporada. Al colar mezclas la leche previamente calentada para obtener un exquisito sabor dulce y cremoso.