
¡Hola Multicuban@!
Hay frases que nos marcan desde siempre y una de ellas es «Di que no».
Desde chiquitos nos enseñaron que hay cosas que no se aceptan, que hay fronteras que no se cruzan y el respeto no se mendiga, se exige. Pero, ¿cuántas veces has visto en redes sociales ataques de discriminación racial o social ? ¿Cuántas veces has sido testigo de algún comentario homofóbico en público?
El pasado 1 de marzo, se celebró el Día Mundial de la Cero Discriminación y es el momento perfecto para levantar la voz y reafirmar que no hay espacio para la exclusión, el maltrato o la desigualdad. Como cada 25 de cada mes, con el Día Naranja, recordamos que la violencia contra las mujeres y niñas no es un problema de otros, es un problema de todos.
La discriminación no es solo una palabra, es una herida. No hace falta que alguien te diga en tu cara que no vales para hacerte sentir menos. La discriminación se cuela en los gestos, en los silencios cómplices, en los «tú no puedes porque eres mujer», en los «así son los hombres, aguántate», en los sueldos desiguales, en las oportunidades negadas. Y lo peor: en la indiferencia.


La violencia contra la mujer no siempre deja moretones. A veces duele en forma de palabras que humillan, de bromas disfrazadas, de miedo a salir sola de noche o de sentirse atrapada en una relación donde el «amor» pesa más que la libertad.
¡Que el «no» suene alto!
Decir «no» es un derecho. No al abuso, no a la desigualdad, no a la discriminación. Y también, no al silencio. Porque si callamos, somos parte del problema.
Si en tu trabajo hay una compañera que gana menos solo por ser mujer, di que no.
Si ves que alguien es excluido por su raza, género o forma de ser, di que no.
Si un amigo, hermano o primo hace una «broma» que en verdad es un insulto, di que no.
Si conoces a alguien que sufre violencia y no sabe cómo salir de ahí, dile que no está sola.
La violencia y la discriminación no son cosas ajenas. Ojalá fueran problemas de otros, pero están aquí, en la calle, en el barrio, en las redes sociales, en los hogares. No hay que esperar a que nos pase a nosotros o a alguien cercano para reaccionar. La prevención comienza con la conciencia.
El cambio empieza en nosotros.
Un mundo sin discriminación ni violencia no se construye solo con leyes y días conmemorativos, se construye con educación, con respeto y con pequeños actos de valentía todos los días. En casa, en el trabajo, en la escuela, en la calle.
El cambio empieza cuando enseñamos a nuestros niños que las niñas pueden ser líderes, futbolistas o ingenieras si quieren. Cuando dejamos de normalizar que un hombre «debe ser fuerte y nunca llorar». Cuando una mujer no tiene que demostrar el doble para ser reconocida. Cuando aprendemos a mirar con empatía, a escuchar sin prejuicios y a actuar sin miedo.
Tu voz importa. Hoy es un buen día para preguntarnos: ¿Qué hemos hecho para que este mundo sea más justo? ¿Cómo podemos cambiar las cosas desde nuestra realidad?
Queremos escucharte. ¿Has vivido o visto situaciones de discriminación o violencia? ¿Qué crees que podríamos hacer para evitarlas? Cuéntanos en los comentarios. Tu voz también es parte de la solución.
Porque si vamos a dejar que algo crezca, que sea el respeto. Y si vamos a decir algo, que sea un rotundo: Di que no.
5 Comentarios al Artículo:
Di que no
Buenísimo artículo basta ya de discriminación, bullying y acoso!
Coincido totalmente contigo! Di que no!
🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡
🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡
Gracias por tu comentario amiga!
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