
¡Hola Multicuban@!
Si alguna vez has escuchado la frase «anda con el moño virao», entonces sabes que eso no es solo un mal genio pasajero. En Cuba, cuando una mujer anda con el moño virao, no es porque quiere o le gusta, es porque tiene la cabeza llena de responsabilidades, preocupaciones y tareas que nunca terminan. Madre, trabajadora, ama de casa, además de que muchas veces cumple el rol de papá y, por si fuera poco, siempre está ahí para todos menos para ella misma.
Detrás de ese gesto serio, de esa mirada que dice «hoy no estoy pa’ cuentos», hay una historia de lucha y sacrificio. Desde que se levanta, antes de que el gallo cante, ya está en pie preparando el desayuno, organizando los uniformes de los niños, dejando lista la casa para que no se convierta en un campo de batalla. Luego, sale a la calle a enfrentar el día, a trabajar, a resolver lo que haga falta, a cargar con las preocupaciones de todos los que la rodean.


Pero, ¿y ella? ¿Quién le pregunta si desayunó tranquila? ¿Quién se fija en que también necesita un respiro? Muchas veces, la mujer cubana se olvida de sí misma por estar pendiente de todo lo demás. Y es que, aunque tenga el moño virao, sigue adelante sin quejarse, porque sabe que si ella se detiene, todo se desmorona.
No es solo madre, es enfermera cuando hay fiebre en casa, maestra cuando toca hacer la tarea, psicóloga cuando hay que dar consejos y hasta mecánica cuando algo se rompe. En el trabajo, demuestra que puede con todo, sin importar los obstáculos. En la casa, es la que mantiene el equilibrio, la dinámica, la que se acuerda de los detalles, la que piensa en todos y a la que pocas veces le preguntan: «¿Y tú, cómo estás?»
Y a pesar de todo, sigue con la frente en alto, con esa fortaleza que solo las mujeres cubanas tienen, porque sabe que no hay otra opción. Pero, a veces, ese esfuerzo diario, esa carga emocional y física pasan factura.
Si eres una de esas mujeres que siempre está corriendo de un lado a otro, te mereces una pausa. Porque sí, resolver es importante, pero tú también lo eres. No esperes a que alguien te diga «descansa». Regálate un momento al día para ti, aunque sea cinco minutos con un café caliente, un rato para ver tu novela favorita sin interrupciones, una conversación con una amiga donde hables de lo que sientes, de tus sueños, no solo de lo que tienes que hacer.
Y si tienes cerca a una mujer con el moño virao, en lugar de criticarle el genio, dale una mano. Pregunta cómo está, reconoce su esfuerzo, dale un abrazo o un «gracias» sincero. A veces, un gesto pequeño puede hacer una gran diferencia. Porque sí, la mujer cubana es fuerte, luchadora y todoterreno. Pero también es humana. Y merece, mínimo, un respiro.
Mujer cubana, si sientes que el día no te alcanza, si te miras al espejo y ves ese «moño virao», recuerda que no estás sola. Tienes derecho a sentirte cansada, a pedir ayuda y sobre todo, a darte amor a ti misma. Tu esfuerzo vale, aunque a veces el mundo parezca no notarlo. Y aquí, en esta comunidad, te vemos, te reconocemos y te aplaudimos.
¡Cuéntame en los comentarios! ¿Cómo haces para sobrellevar el día a día? ¡Te leo!
11 Comentarios al Artículo:
El día del Moño virao
Me siento identificada!!!!!! Gracias al equipo por este tema
Espectacular!!!!
Gracias 😌
Me siento identificada!!!!
Jajaja muchas cubanas lo hacen!!!!
Ese es mi día a día!!!
Pues tómate un tiempo en el día para ti
Jjj ya ni me hago moño por si acaso
Que no se diga!!!!!!
Excelente! Feliz inicio de semana… 🙂
Igual para ti amiga!!!!
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