¡Hola Multicuban@!
Te cuento que hace poquito recibí una sorpresa de esas que son como una máquina en el tiempo y me parece oportuno compartírselas en un mes como febrero.
Resulta que me levanto a hacer el desayuno y veo que en la meseta de la cocina me habían dejado una rosa roja de esas que me encantan y un papelito doblado con el cierre clásico que pone nerviosa a toda niña de primaria: ¿Sí o No?
Mi esposo y yo llevamos 15 años juntos y definitivamente no para de sorprenderme. Entre risa y emoción me fue imposible no pensar en cómo han cambiado los tiempos con respecto a las maneras de enamorar para el cubano. Así que te invito a recordar un poquito.
El cubano se ha ganado cierta fama de seductor, apasionado y con un encanto particular para las artes ‘amatorias’. Con el desarrollo de las tecnologías y las redes sociales los métodos de enamoramiento, por supuesto que han cambiado, existen muchísimas plataformas digitales para facilitar la comunicación aunque algunas tradiciones no pasan de moda.
El papelito del Sí o NO ha sido por generaciones un flechazo al corazón; ¿quién no se puso nervios@ con semejante pregunta?. Lo veías rodar por toda el aula hasta que llegaba a su destino, la persona respondía por escrito y volvía de mano en mano hasta el dueño que lo esperaba con ansias.
Hablando de febrero… ¿Quién no participó en el famoso Buzón del amor? Había que llenarse de valor y redactar una carta con poesía y corazones donde te declarabas anónimamente. Algunos osados firmaban con su nombre completo y con otro clásico: Te espero a las 4 y 20.
En mi adolescencia y tiempos de pre universitario no habían celulares, así que las cartas tuvieron un rol esencial, pues ayudaban a romper el hielo a los más tímidos… y para los que estuvimos becados, las ruedas de casino unieron a más de una pareja.
En los grupos siempre había alguien que tocaba guitarra y ‘se descargaba’ con canciones de Arjona, Pablo Milanés o Álvaro Torres. En los horarios de recreación era muy frecuente que entre canción y canción por el micrófono anunciaran que un tema era dedicado.
En ese momento a más de una le sacaban los colores porque podías esperar cualquier cosa en esas dedicatorias. ¡Ay Miguelito, te pasaste, qué pena!
Yo que era de La Habana, no olvido mis primeras saliditas con final obligatorio de sentarse en el Malecón (para ser casi que acosado por los vendedores de flores, peluchitos o un guitarrista que se dedicaba a dar serenatas).
Imagínate uno conversando, el muchacho más nervioso que una tratando de declararse y venía el hombre de las flores- Vaya, vaya coge tu flor de cristal con peluche. ¡Niña, no lo pienses tanto dile que sí, mira el muchacho como suda!
Los paseos al Coppelia, al cine y al teatro, las notas de Te espero afuera en 10 minutos para un beso escondido, las escapadas a la costa, los grafitis en paredes y asientos del transporte…
…el esperar a tu enamorad@ para irse juntos caminando o esperar la guagua ¡qué importa la cola larguísima con tal de pasar más tiempo juntos! Eso prácticamente contaba como cita, caballero.
¿Y qué decir de los parques?… Mira, si los asientos de los parques hablaran, cuántas historias nos contarían… El amor y las tantas maneras cubanas de enamorar (aquí suspiro, eh)
Hoy veo a mis hijos y pienso cómo los adolescentes de hoy se saltaron mucho de eso. Ahora enamoran por las redes sociales, y de una manera más directa.
Los stickers, gifts, reels y estados hacen el proceso de enamoramiento más práctico. Hasta el vocabulario se ha ‘modernizado’, ya no se enamora, ahora ‘se echa el plomo’…
Aunque no dejo de reconocer que la originalidad aún se mantiene a flote. Me alegra ver la fusión de las tradiciones de antes mezcladas con las tendencias modernas.
Cuando regreso a Cuba, me recocijo internamente cuando paso por el Malecón al atardecer y veo tantas parejitas adolescentes haciéndose selfies y directas para Instagram, y el señor de las flores haciéndoles sombra. ¡Claro, el también se ha modernizado!
El guitarrista se mantiene y si le pides una canción del Taiger, no sé cómo, pero te la hace a guitarra limpia. Pues que los tiempos cambian, pero el amor es el mismo.
Y volviendo al chisme inicial, multicuban@ porque no te voy a dejar con la intriga, resultó que mi esposo se llevó su papelito de regreso con sí rotundo. Este 14 no se entra a la cocina, nos vamos a comer pa’ la calle.
Y antes de irte a lo que tengas por hacer; espero por aquí tu comentario para que me cuentes qué otro método de enamoramiento a lo cubano recuerdas tú. Te leo…
12 Comentarios al Artículo:
Enamorar a lo cubano
Todos hemos ido al Malecón a enamorar
Visita obligatoria amigo mio
Cuantos recuerdos de mi juventud 😍
Gracias por tu comentario
En la beca se aprovechaba las ruedas de casino para enamorar también
Muy cierto, doy fe de ello
Los cubanos monstruos en eso
Los mejores al.100%
Y las mujeres cubanas enamoramos mejor 💪😂
Seguroooo
Me encantó!❤️
Un atardecer en el malecón de mi Habana ❤️
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