
“Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida. Es dar al fin con la palabra que para dar frente a la muerte se precisa. Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva…”
Para aquella generación que construyó su vida amorosa escuchando los versos de Francisco Luis Bernárdez va la pausa en el mes de rojo, el mes más romántico del año, nuestra cita de febrero.
Quizás esa misma generación enamoró con los poemas de Buesa: “No podrás olvidar que te he adorado con ciego y delirante frenesí y en las confusas sombras del pasado, luz de mis ojos, te acordarás de mí”.
O que lloró de amor leyendo a Corín Tellado y alquilando los cassettes de vídeo para seguir las novelas mexicanas en las cuales el amor protagónico superaba un campo de obstáculos y se mantenía inquebrantable.
Pues sí, Hagamos una pausa habla de amor y es que no podemos permitirnos hablar de otra cosa en estos días donde solo se respira ese sentimiento que ha sido descrito con tal magnanimidad.
Sin embargo, lo hacemos desde una perspectiva diferente, vamos a hablar del amor con los pies sobre la tierra, del amor real, de ese que vivimos todos por ahí.
¿Por qué? La respuesta es sencilla mientras más logremos que aquello que sentimos se parezca a aquello que queremos y creemos, más y mejor vamos a aprender a amar.
Sobre el por qué no es saludable idealizar la relación ni a nuestra pareja y qué hacer para evitarlo reflexionamos hoy.
Es cierto que la idealización del amor es un mecanismo psicológico que nos permite construir un fuerte vínculo. La pregunta es ¿sobre qué base lo estamos construyendo?
Sobre nuestras expectativas, nuestras creencias del amor, nuestras experiencias y sobretodo sobre lo que queremos que sea -como verán desborde de subjetividad en juego-.
Si a esta realidad le añadimos todo lo que la otra parte pone sobre la mesa; lo que empezó con mariposas, puede darte la sensación de haber perdido las alas antes de comenzar a volar.
Una relación de pareja es un vínculo amoroso entre dos personas que deciden aceptarse, apoyarse y crecer ambos emocionalmente. Se llega a ese punto cuando comenzamos por conocernos a nosotros mismos para luego hacerlo mutuamente.
Solo mostrarnos como somos, comunicarnos abiertamente y ser flexibles nos abrirá esa primera necesaria puerta. Y como todo en pareja es de dos, pide que el otro haga lo mismo contigo y entonces no serán necesarias contraseñas para la aceptación.


El apoyo y el crecimiento individual deben seguir el mismo camino del crecimiento de la relación, pero sin que nos lleve a creer que por tener sueños y aspiraciones personales dejamos o traicionamos las metas de pareja
Tener a alguien importante en nuestra vida amorosa no es ser de alguien, ni para ese alguien, ni por él o ella. Eso también es idealizar.
¿Qué hacer entonces si me enamoro y no puedo dejar de pensar en esa persona y no concibo un minuto sin…?
- Revisar tu autoestima.
- Reconocer que la dependencia no es alimento para una relación duradera.
- Tomar referentes reales y sanos que te ayuden en el proceso. No te enamores de un Sebastián Ruli o una Gabriela Spanic.
- Entender que tu pareja no te completa te complementa.
- El amor no puede con todo, también necesita elegir qué aceptar y qué tolerar. No permitas el: si me amaras de verdad no te sintieras mal por lo SUCEDIDO.
- Entiende que quién te ama puede hacerte daño incluso sin quererlo y sin dejar de amarte. Perdona si sientes que vale la pena.
- Idealizar es diferente de admirar y sentir orgullo por la persona que amas y con la cual compartes tu vida. Ajusta lo que esperas siempre a la realidad.
- Deja de asumir que amar y ser amado es sinónimo de ser feliz completa y eternamente . Sé feliz mientras lo seas.
- Creer que el amor verdadero dura para siempre no es saludable. Por el contrario permítete luchar porque lo que tengas sea verdadero mientras dure.
- Y si no fue así, pues no existe una única persona correcta para ti, hoy puedes ser la persona correcta para alguien, mañana no serlo y viceversa.
Muchos pensarán que hablamos mal del amor, que hemos dejado de creer en las manos temblorosas y el primer beso. Realmente es todo lo contrario cada día creo más en la fuerza avasalladora de ese sentimiento que nos llena de vitalidad, de energía y motivación.
Por eso lo defiendo con pasión y lo vivo con los pies sobre la tierra, el cerebro sobre nuestra cabeza y el corazón comprometido a latir taquicardicamente cada vez que te vea. Que el brindis de este 14 sea por un amor no idealizado y sí realizado. ¡Salud!
4 Comentarios al Artículo:
Estar enamorad@
Primeramente enamorada d mí
Es el primer amor, de ahí parte todo!
Feliz día del amor real
Gracias amiga!
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