
¡Hola, Multicubano!
Con este título no hacen falta explicaciones. Es que “los 15” son indiscutiblemente la edad más esperada de la vida. Se esperan como si nunca fueran a llegar, y después de la euforia y toda la parafernalia…pasan igual que cualquier otro año, pero siguen siendo un hito. Para recordarlos siempre quedarán las fotos.
Las había más caras y sofisticadas, pero en aquella época, hace casi veinte años (¡horror!), ninguna sesión de fotos pasaba de 2500 pesos. Ahora es difícil encontrar una que baje de los 5000…
Aún recuerdo los nervios de la víspera y el mal dormir por los nervios y la cabeza llena de rolos. Sí, porque entonces (hace casi veinte años, qué horror) las opciones eran de pelo rizo o lacio, y a mí me tocó el primero.
La odisea de las fotos empezaba desde que nos montábamos con nuestra madre en el carro, al amanecer de Dios, y terminaba, con buen tiempo, a las cinco de la tarde.
¿Quién no se acuerda de los trajes? Esa es otra tradición que permanece contra viento y marea. Al menos un par de fotos en pose de dama antigua, algunas al lado de un jarrón, o de medio perfil junto a un espejo, aunque ahora aún esas se hacen en estudio, logrando hermosos contrastes de luces y colores.
Armar el maletín para el día de las fotos lleva días de dedicación. A última hora siempre falta algo, y un maletín de fotos sin los tacones rojos de la prima mayor y dos blusas de la mejor amiga que ya cumplió los 15, no es un buen maletín. El paso siguiente es someterse al maquillaje mágico que nos convierte en mujeres de la noche a la mañana. Y después, por supuesto, rodar por varias locaciones para las fotos de exteriores, cambiar el peinado y el maquillaje un par de veces.


No es de extrañar que ese día empiece a las 6:00 am y termine a las 8:00 pm. Y aún espera otro día eterno: el de las fotos de estudio. Otra retahíla de cambios y poses.Ah, algo que ha cambiado muchísimo en veinte años, es que los varones han sido incluidos en parte de esta celebración que era exclusivamente femenina. A ninguno de mis compañeros de clase se le hubiera ocurrido decir que se iba a comprar la ropa de los 15, ni una ampliación para la sala. Eso hubiera sido rarísimo.
Hace años era lo máximo tener, además del álbum de fotos, un video. De presentación, por supuesto, había que empezar con algunas fotos de infancia. Me imagino a más de una escogiendo las fotos menos atroces, alguna en la que tuviera todos los dientes y ningún lazo estrafalario.
Ahora se usan más las revistas, y me pregunto qué estará de moda cuando lleguen los 15 de nuestras hijas. Solo espero que haya pasado la moda de esas fotos que parecen pertenecer a una revista de contenido para adultos, en vez de para adolescentes.
Sea como fuere, lo cierto es que es una tradición que se resiste a morir. Cambia, se adapta, muta, pero permanece. Puede que una quinceañera no tenga una fiesta (por motivos económicos o por propia decisión), pero debe tener, al menos, una foto de los 15.
Y los tuyos, ¿cómo fueron?¿guardas alguna foto?…
1 Comentario al Artículo:
Fotos de 15 años: tradiciones que perduran más allá del tiempo
Las fotografias son un recuerdo que nunca se olvidan, mostrar el vestido , la corona y todos tus accesorios en las fotos, quedarán increíbles. Muy cierto todo lo que comentas en el blog
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