“Me quedo con quien escucha atentamente mi desahogo, con quien procura mi bien, con quien se queda a pesar de todo. Me quedo con quien enciende bombillas en mi camino, saca lo bueno de mí y me hace sentirme viva. Qué guapa es la gente luminosa, la que baila porque sí, la que sonríe a todas horas. Con la que respiras lento, la que te regala tiempo y si un día no lo tiene lo fabrica para ti. ”
Esa gran responsabilidad que genera ser para otros un ser de luz es un ‘bumerang’ que la devuelve a todo aquel que la da desde su vocación, convicción y entrega.
A todo aquel que cree en la luz, que la defiende, que la fabrica; van las líneas de hoy… para terapeutas, psicólogos, psiquiatras y profesionales de la salud mental esta necesaria pausa, porque ir por el mundo regalando esperanza y fortaleza requiere tenerlas en abundancia (nadie puede dar aquello que no posee).
Sentir presión social, un alto compromiso con nuestros pacientes, ser para los otros estandarte del buen comportamiento dentro y fuera de la consulta, son algunas de las tantas situaciones que hacen, como dice el buen cubano, que la tareita se las traiga.
Amigas de todos tipos que usan bromas al respecto, te quieren dar una medalla, te piden la fórmula para el estrés, qué hacer para que los hermanos no peleen o cómo lograr que los hijos se bañen sin protestar.
Otros te tildan de que para ti todo sea fresa (una manera de expresar que no tomas las cosas a la tremenda y le das solo la importancia necesaria a los problemas).
Cuando ejercía en Cuba no faltaban los que te pedían una terapia en una parada, un diagnóstico en una botella, los que creían que trabajabas hasta durmiendo y cuando estaban cerca te ‘choteaban’ con el clásico: “cuidado que la psicóloga te está analizando”.
Pero la parte bonita le gana un mundo a toda realidad profesional. Ser ese modelo de ética que inspira confianza y seguridad para que los pacientes se abran, se desdoblen, o hagan una catarsis de sus emociones aún en su primera cita, es un sentimiento insustituible.
Cuántas veces no hemos pasado por las típicas expresiones y dudas: ¿no sé cómo puedes escuchar tantos problemas y no volverte loco/a?, ¿ustedes no necesitan terapia?, ¿cómo tienes tanta paciencia? etc.. Pues Liz Cabañas responde:
No son las situaciones difíciles de la vida un motivo para perder la razón o caer en la locura. Recibimos una formación que nos ayuda a normalizar los problemas, a entenderlos y no solo a buscar soluciones para ellos o aceptarlos sino también a lograr transmitir esas herramientas a los otros.
La paciencia es un entrenamiento que surge de la capacidad de saber esperar y otorgar el tiempo necesario para cada situación a la que nos enfrentamos.
Así que, ciertamente nos debe caracterizar una alta dosis de ella, que nos ayuda a transmitir ecuanimidad y a controlar nuestras emociones para tomar decisiones lógicas y acertadas.
La respuesta es sí, la terapia para psicólogos es una recomendación “el que trata necesita ser tratado” reza un proverbio. Experimentamos todo tipo de emociones tanto positivas como negativas, podemos sentirnos sobrepasados, sentir tristeza, ansiedad, miedo…
De la misma manera que necesitamos tiempo y despertar nuestros recursos para recobrar el control de los estados emocionales y ser nuevamente capaces de dar. Por ello la terapia nos ayuda también a acompañar, sin olvidarnos de nuestro autocuidado.
Cuando trabajamos de corazón algunas personas te curan, algunos pacientes para los cuales eres luz, te ayudan a encontrar la tuya.
Para todos mis colegas: asumamos este rol con la dedicación, con el amor y la profesionalidad que lleva. Nuestro mayor deber es no perder nuestra luz para que podamos seguir encendiendo almas.
Queda oficialmente extendida la invitación al espacio de ayuda psicológica online, confidencial y gratuito de la Dra Liz Cabañas para todos aquellos profesionales de la salud mental que lo requieran.
Mientras , cierro la última pausa del año como la inicié; con un fragmento de una canción de grupo ‘El arrebato’, porque la música también es luz:
“Me quedo con quién me ayudó a encontrar aquella salida y si sube la marea no va a soltar tu mano, gente que ahuyenta las nubes negras, porque tiene el poder de la luz, gente como tú”.
8 Comentarios al Artículo:
Para la gente que brilla y hace brillar
Muy cierto todo lo que se plantea
Gracias por la retroalimentación
Un espacio también necesario para todos los profesionales de la salud mental
Completamente de acuerdo es la idea de queríamos transmitir
Es muy importante el autocuidado de los profesionales. No somos superhéroes
Excelente su reflexión colega!! Muy certera!! Sobre todos en todos estos tiempos, gracias 🙏
Excelente artículo y a su vez recoge una verdad de gran importancia.
Las personas que reconfortan tambien necesitan ser reconfortadas
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