“Foto al amanecer”
La altura nunca fue mi amiga, aún así me acerqué a la orilla del balcón del decimosexto piso. El viento sopló tan fuerte que mi cuerpo tembló sin remedio alguno obligándome a agarrar el barandal con ambas manos. No podía ver nada. Había cerrado mis ojos esperando un final anticipado, que por suerte no llegó. Era una locura. Maldije diez veces y retomé la voluntad para continuar. Desde arriba veía a las personas agruparse como diminutas hormigas, supongo esperando contemplar mi desgracia. Esperé unos segundos, respiré hondo y saqué de mi bolsillo mi móvil para tomar de una maldita vez la foto que tanto deseabas del amanecer.