“La próxima cita”
Hacía años que te conocía, verte andar de un lado a otro y coincidir con un -Hola, ¿cómo estás? -se hizo habitual. Hasta ese día. No sé si fue tu soledad o mi apatía lo que hizo que coincidiéramos esa tarde, donde la charla de un momento se transformó en horas corriendo a raudales. Y los ojos que hasta ese día eran comunes, de pronto tomaron un brillo diferente. La amena conversación se repitió varios días, cada una más interesante que la anterior, acompañada de café, risas… mientras, las miradas se buscaban de manera inquieta. Y fue ese primer beso robado el inicio del todo, donde con la primera caricia supe que me perdería a quererte. ¿Quién lo diría? Traspasamos noches, normas, juicios, meses y aquí estoy. Esperando la próxima cita.