“Llegó el amor”
Mis vacaciones de 11no grado terminaron cuando supe que ya la gente de mi escuela habían entrado a la beca. Emprendí el viaje sola, pero todo el tiempo acompañada por la fuerte sensación de que por fin cumpliría el anhelo que mantenía desde muy temprana adolescencia: amar y ser amada. Ese día estuvo lleno de sorpresas. Cuando llegué a mi escuela supe que la habían convertido en un pre pedagógico y que los de mi año los habían trasladado a una beca más intrincada en el campo. Para mi otra señal más de que iba derecho a cumplir mi sueño.
Mientras más me acercaba a la nueva escuela más me inundaba la certeza. Cada paso me aceleraba el corazón. A mis 16 años parecía una eternidad lo que había tenido que esperar por el amor, cómo no estar preparada para descubrir que vendría con rostro de hombre y de la mano de mi profe de Filosofía.