“¡No estoy loca!”
Vivo la vida intensamente, tengo días que me levanto con ganas de comerme al mundo y otros en los que siento que el mundo quiere comerme a mí, aún así, sigo. No discuto porque sí, no siempre tengo ganas de pelear, solo necesito hablarlo todo -o casi todo- y tener la seguridad de que las cosas están y estará bien, incluso sabiendo que eso no sea una dosis exacta. Puedo reírme a carcajadas en la mañana, venirme abajo por la noche y viceversa. Puedo no estar a gusto con mi imagen hoy y verme radiante en el espejo mañana. Puedo ser tu apoyo, tu amiga, tu confidente y ser la villana de tu cuento a cada rato. No, no estoy loca, puedo ser, amor mío lo que quieras, lo que quiero y más.